
Hemos hablado con la joven arquitecta Sofía Blanco-Santos sobre la gestación de Re-Scape, una instalación que sin duda te hará pensar en las infinitas posibilidades de una arquitectura pensada para fomentar y expandir las relaciones entre los ciudadanos y su entorno más inmediato.
id·arte Madrid Recicla [id·arte].— Sofía, ¿podrías contarnos qué es Re-Scape?
Sofía Blanco-Santos [S.B-S.].— Re-Scape es un proyecto que trata de llamar la atención sobre las diferentes posibilidades que el reciclaje ofrece a través de la arquitectura, el mobiliario, el arte y el cine. Está concebida como una espiral que puede recorrerse de diferentes maneras y que conecta micro-espacios aparentemente separados. Nuestro primero objetivo consistió en crear un paseo alternativo dentro de MULAFEST, en el que poder no sólo relajarse y disfrutar, si no también concienciarse sobre las posibilidades y el valor del reciclaje y la reutilización de materiales de desecho y residuos.
[id·arte].— ¿Qué referencias podemos encontrar en esta micro-arquitectura?
[S.B-S.].— Hay un claro referente en su diseño que es Max Bill (1908–1994), y su serie Quinze variations sur un même thème[Quince variaciones sobre un mismo tema] (1935). Formalmente, la creación de una espiral que parte de una base triangular hasta llegar a un hexágono, define perfectamente la forma del proyecto. Por otra parte y como su título indica, la investigación de Max Bill sobre las diferentes variaciones que un mismo tema puede llegar a plantear, nos recordaba también al proceso de reutilización y reciclaje: a la multiplicidad de usos y de vidas que un mismo material puede llegar a tener en diferentes contextos.
[id·arte].— ¿Qué os llevó a aceptar nuestra invitación?
[S.B-S.].— Vivimos en una sociedad de «usar y tirar» y creemos que es muy importante llamar la atención sobre las posibilidades que las cosas que nos rodean tienen a largo plazo. Las acciones de «reducir», «reutilizar» y »reciclar» empiezan en nuestros hábitos diarios. A través de Re-Scape nos gustaría plantear diferentes maneras de entender los residuos que nosotros producimos en nuestro día a día o que producen grandes infraestructuras como IFEMA, sus cantidades y potenciales, y de la capacidad de darles nuevos significados. Lo que para unos es basura para otros puede ser un proyecto de arte o arquitectura. Y estas trabajar sobre estas potencialidades fue básicamente lo que nos hizo aceptar vuestra invitación de forma inmediata.
[id·arte].— En la creación de la estructura ¿cuáles fueron los factores que influyeron en la elección de materiales?
[S.B-S.].— La elección de un material reciclado para construir toda la estructura de la pieza nos hizo mirar a nuestro alrededor, y en particular al lugar concreto en el que se situaría la pieza. En IFEMA el continuo vaivén de ferias y el constante «enmoquetado y desenmoquetado» de los pabellones hace que haya un excedente enorme de los tubos de cartón en los que vienen enrollados las moquetas. Queríamos hacer llamar la atención sobre esta situación en particular haciendo una estructura toda ella de estos tubos.
[id·arte].— «Arquitectura», »Reciclaje», »Sostenibilidad»… ¿Hacía donde habéis mirado? ¿Hacía donde nos invitáis a mirar?
[S.B-S.].— Hoy en día el reciclaje y la sostenibilidad son factores que nadie debería olvidar a la hora de diseñar un proyecto. Una obra que me parece especialmente emocionante en cuanto al uso de materiales reciclados es el Museo de Ningbo del arquitecto chino Wang Shu. En él, el arquitecto se inspira en las casas pobres de Ningbo, que se construían con muros secos de materiales que los habitantes del lugar encontraban y reutilizaban. Wang Shu decide hacer un edificio cuya fachada está compuesta por diferentes tipos de ladrillos y materiales de demolición procedentes de edificios de la zona que habían sido destruidos por tifones o terremotos. Él los reutiliza y los pone en valor mediante esta fachada.