
La semana pasada hablábamos de la aportación de Píxar en lo que a materias de conservación medioambiental en general y el reciclaje en particular se refiere: Wall·e fue la bella fábula que hoy día es utilizada como poderosa herramienta de concienciación para hijos y padres, alumnos y profesores, niños y adultos. Hoy queremos hablar de nuestra aportación animada al reciclaje: Glup, una aventura sin desperdicio.
Con un presupuesto sustancialmente menor a la producción norteamericana —1.200.000 €—, los guipuzcoanos Aitor Arregi e Iñigo Berasategui decidieron en 2003 crear una película de animación en 3D para enseñar a los más pequeños de una forma entretenida las ventajas del reciclaje. La historia tiene como protagonista a una niña pelirroja llamada Alicia, una pequeña aventurera que sin querer viaja a una ciudad fantástica hecha de basura cuyos simpáticos habitantes son objetos desechados que las personas han tirado al vertedero. Alicia pronto descubrirá que su viaje tiene una razón: en ese mágico mundo necesitan su ayuda. Don Bater, un malvado inodoro quiere imponer entre los habitantes de la ciudad el desorden. Alicia, con la ayuda de una vieja gabardina, un destartalado sillón y una tostadora, se enfrenta al perverso retrete enseñando a los habitantes trucos de reciclaje con los que vencer al despilfarro.
Glup es, por tanto, un trabajo con una filosofía ecológica. Don Bater representará el derroche, la inutilidad, el consumo, el caos. Frente a él están los héroes, cuya filosofía es la del reciclaje, la utilidad y el equilibrio ecológico. Y es que, aunque pueda sonar a fantasía, desgraciadamente esta es la realidad a la cual se enfrenta la gestión real de los residuos. Los vertederos o las incineradores precisan de grandes superficies alejadas de nuestras poblaciones y generan una mayor contaminación. Por el contrario, el reciclaje, la reutilitzación y la recuperación nos enseñan que lo que llamamos basura es en realidad un cúmulo de materiales que pueden ser útiles para nuevos usos.
Esta divertida y original película de producción española es un buen ejemplo de cómo transmitir los beneficios del reciclaje y la reducción del consumo a los más pequeños sin que por ello resultase un tema árido.